Opositar es compatible con vivir bien

vivir

Hay muchas leyendas corriendo por ahí­ que dicen como «debe» vivir el opositor. El estereotipo del «perfecto opositor» serí­a el siguiente:

  • Hay que estudiar una media de 12 horas diarias.
  • No puedes hacer otra cosa que no sea la de estudiar.
  • Eso de comer y relajarse con lo amigos ni hablar.
  • Si puedes mejor no cuides tu higiene personal.
  • Contarás con la excusa perfecta para  tratar mal a la gente, recuerda, ¡estas opositando!

¿Eres de los que comparte el estereotipo del  «perfecto opositor»? mejor que no sea así­.

Aunque exagerado, esto nos da una idea aproximada de como viven muchas personas que están opositando. Nosotros estamos totalmente en contra de esta manera de vivir mientras estudiamos una oposición, por lo que diferenciamos dos formas diferentes de enfocar el asunto:

  1. Vivir opositando
  2. Opositar para vivir

El primer caso lo forman personas que cumplen el estereotipo del «perfecto opositor», la principal actividad en sus vidas es la de opositar, todo lo demás es secundario, ¡todo! pareja, familia, amigos, salud mental, salud fí­sica, placeres… en definitiva sus vidas.

El segundo caso está formado por personas que saben que las oposiciones son muy importantes en sus vida ya que se convertirán en el medio con el que conseguirán sus objetivos, pero ni es su vida ni su razón de ser. Siguen disfrutando de su pareja, de su familia, de sus amistades, se preocupan por la higiene… por sus vidas.

Por último recordemos que la primera forma no es más efectiva, más bien,  todo lo contrario, si usas técnicas de estudio, códigos nemotécnicos, una buena planificación, una dieta saludable, un descanso reparador, estarás en condiciones de sacarle el máximo provecho a tu tiempo, y no convertir el periodo de oposción en el peor momento de tu vida sino un periodo que ha merecido la pena ser vivido.

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