Sin lugar a dudas una de las cosas que más desesperan a la hora de preparar una oposición son los números, es decir, la cantidad ingente de personas que se matriculan a una oposición.
En ningún caso hay que desesperar, ¿por qué? Porque en primer lugar no es extraño que cuando llega la fecha del examen no se presente ni la mitad de personas que se matricularon, como ocurrió en la Generalitat Valenciana para las oposiciones de administrativo.
Por otro lado la mayoría de personas que se presentan a una oposición no la llevan bien preparada. Esto , aunque le pueda parecer una locura a la gente que se ha estado preparando concienzudamente una oposición, no es tan extraño, de hecho es bastante habitual escuchar cosas como esta el día del examen: «Pues yo solo he estudiado tres días» o «Yo ni me he mirado todo el temario».
Lo dicho, no hay que desesperar ni por los número ni por otro gran motivo, el miedo al fraude. Aunque este es otro miedo comprensible, es en gran medida infundado porque aunque se registren casos de fraude, si los comparamos con todos aquellos casos en los que no lo hay, veremos como esta excusa para no estudiar se disipará.
Por lo demás para aprobar una oposición no queda más que rodearse de buenos profesionales (una buena academia, buenos libros), constancia y nunca, nunca desesperar.
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