Sin duda ponernos a estudiar una oposición significa un cambio de hábitos, tanto si venimos directos desde la Universidad o Bachillerato como si venimos del mundo profesional.
Cuando queremos cambiar de hábitos y forjar uno nuevo tendremos que esforzarnos y saber que nos va costar esfuerzo, quien diga lo contrario está mintiendo.
La lista de consejos que hay en Internet para conseguir hábitos es enorme, y también muy útil, pero a lo que tendremos que enfrentarnos siempre es a «Hacerlo».
De nada vale leer decenas de libros o blogs si luego no hacemos lo importante que no es otra cosa que «hacerlo».
Un hábito es la suma de muchos «hacer», de tantos como sea necesario hasta que el proceso esté automatizado.
En el Blog Zen to Done he leído una serie de consejos para «hacer» que me han parecido muy interesantes:
- Simplemente Empieza: Es posible que no tengas ganas de empezar hoy, pero es imprescindible que sea así para que después venga el paso dos, luego el tres ….
- Hazlo aunque empieces por algo pequeño: Quizás te has puesto como meta estudiar seis horas diarias y te asalta la pereza o el miedo, pues empieza con algo pequeño, ¿qué tal tres cuartos de hora?
- Hacerlo mal no importa : Muchas veces el miedo a hacer las cosas mal nos para, quizás no seas capaz de retener una lección entera a la perfección la primera vez ¿Qué mas da? es mejor tener una idea parcial de la misma que no tener ni idea.
- Caer no es recaer: Es posible que un día no hayas estudiado, esto a veces ocurre lo que no te tiene que parar para seguir al día siguiente.
- Si no lo haces al día siguiente, lo haces al día siguiente: Es que ya he perdido dos días ¿merece la pena intentarlo al tercero? Por supuesto que merece la pena, dos días sin estudiar si lo haces al tercero no significa nada.
- Detecta aquello que te para: Es posible que haya obstáculos que son los que hacen que te pares, detecta el obstáculo para luego derribarlo.
Para finalizar ponemos la famosa fase de Aristóteles
«Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito. » Aristóteles,