El pasado jueves, 7 de mayo, la Comisión de Educación y Universidades del Parlamento catalán aprobó el proyecto de la Ley de Educación de Cataluña (LEC) que convierte a la lengua catalana como la única lengua de uso tanto en la escuela como en las oposiciones, con esta nueva ley el castelleno quedaría desplazada como tercera lengua, por detrás del inglés, y sólo se le dedicará dos horas semanales en las escuelas.
Gracias a este nuevo marco legal, que se aprobará, previsiblemente, a comienzos del próximo mes, la Generalitat además tendrá libertad absoluta para decidir sus contenidos curriculares, es decir, la Generalitat podrá decicir qué materias imparte y cómo las organiza, y tendrá también vía libre para gestionar sus plantillas docentes.
Que las oposiciones sólo se puedan hacer en catalán supone que los aspirantes además de tener que dominar el uso del catalán a la perfección también tendrán que conocer las instituciones de la comunidad, lo que dificulta mucho el acceso a sus oposiciones de candidatos que no sean catalanes.