Muchos opositores eligen como lugar de estudio las bibliotecas, esos sitios que deberían ser templos del silencio, y se retiran a ellas para evitar las distraciones del hogar, el teléfono que suena, alguien que decide pasar el aspirador en el momento de mayor concentración, la nevera que nos llama a voces…, por eso es muy habitual ver a opositores que pasan la mayor parte de sus días en las bibliotecas.
Otros sin embargo no son capaces de concentrarse en ellas y se pueden llegar a desesperar, porque aunque no lo parezaca en las bibliotecas hay más distracciones de lo que en principio podríamos pensar, alguien que tose o estornuda, alguien que llega y se sienta cerca… cualquier excusa es buena para distraerse.
Hoy os presentamos un video con un toque de humor dedicado a todos los opositores, tanto los que se pasan su vida de opositor dentro de una biblioteca como a los que no son capaces de concentrarse en ellas, eso sí, esperamos que no haya ninguno tan desesperado como el del vídeo.