La planificación debería ser un hábito clave en nuestra vida cotidiana. Todo requiere planificación, pero en mayor medida, todo aquello que tenga que ver con proyectos largos o difíciles, y sin duda, el estudio de una oposición es un proyecto de este tipo.
Tanto para un examen de oposición como para cualquier otro examen es muy común que improvisemos, que estudiemos de manera desordenada y que siempre quede trabajo por hacer hasta el mismo día del examen.
Bases de una buena planificación:
- Información: Es necesario tener toda la información posible. Esta es la única manera posible de conocer la verdadera dificultad de cada tema y a partir de aquí nos resultará más sencillo saber el tiempo que necesitaremos para preparar cada uno.
- Establecer prioridades: Generalmente hay partes más importantes que otras, por lo que tendremos que establecer una serie de prioridades a la hora de estudiar
- Administrar el tiempo: Una vez que tengamos claro lo anterior es bueno construir un horario registrando tanto el tiempo involucrado en estudiar como el tiempo que necesitarás para descansar.
Recuerda que todas las planificaciones tienen que ser realistas y flexibles.
Una buena planificación tiene muchos beneficios, como no dejar demasiado temario para las últimas semanas, tiempo libre para ocio, y lo más importante, cierto control en un momento de la vida que supone cierto estrés.