Se han detectado presuntas irregularidades el las oposiciones al cuerpo de docentes que se celebraron en Castilla y León en el año 2009.
El Juzgado de los Contencioso ha llamado a todos los opositores a personarse ante la justicia con el objetivo de obtener información sobre lo que pasó en las pruebas del 2009.
Muchos de los opositores que se enfrentaron al proceso selectivo, convencidos de que habían aprobado, decieron juntarse para poner el tema en manos de los tribunales con el objetivo de aclarar qué fue lo que pasó ya que la consejería de Educación se negó a desvelar las calificaciones individuales de cada uno de los miembros del Tribunal.
Las presuntas irregularidades se basan en que la consejería de Educación supuestamente «estableció cupos de aprobados» en cada uno de los Tribunales que se encargaba de examinar de manera oral a cierto número de opositores en función de la especialización escogida. Esto se traduce en que si hay un cupo de 12 aprobados en un Tribunal, el aprobado número 13 se quedaría sin la posibilidad de llegar a la fase de concurso porque rebajan su nota por debajo del cinco.
Entre las irregularidades destacan el aprobado a un número limitado de aspirantes en la fase de oposición, falta de publicidad y oscurantismo en cuanto a los criterios de evaluación, arbitrariedad en la puntuación asignada a los opositores o conflicto de intereses ante la presencia en los Tribunales de algunos preparadores de opositores.
Entre las rarezas que se han podido comprobar se encuentra que en dos de los Tribunales de Educación Infantil y en uno de Pedagogía no existen notas de aspirantes entre el 5 y el 7 y, por otra parte y más llamativo aún, en Educación Infantil figuran hasta un total de 23 calificaciones de 4,99.