Una opositora, miembro de la Iglesia Adventista del séptimo día, ha visto recompensada una batalla que ya duraba tres años para conseguir que el Departamento de Educación reconociera su derecho a realizar un examen después de la puesta de Sol
Esto se vio posibilitado por la resolución del consejero de Educación catalán, el socialista Ernest Maragall, que le permitió examinarse en solitario ocho horas más tarde que el resto.
Para los creyentes de esta doctrina cristiana el Sábado es un día especial de reposo y cumplen con el precepto de no realizar trabajos comunes ni seculares entre la puesta de sol del Viernes y la de Sábado.
Según comenta la propia opositora «El sábado es un día especial, pero podemos hacer lo que queramos y nadie está obligado a observar el precepto. Yo lo hago por fe y como una opción personal. Otras personas han hecho oposiciones en sábado y no han sido expulsadas»
En dos ocasiones se le había denegado su petición, pero ella impugnó la convocatoria de este año alegando su derecho a realizar la prueba después de la puesta de sol. Pero como ya sabemos en este caso ha tenido más suerte
La opositora fue confinada en un aula hasta las 20.40 y durante todo este tiempo estuvo vigilada por un miembro del tribunal para que no pudiera comunicarse con el exterior.
Antes de separarse de los demás dijo «He luchado porque hay una ley que me ampara. Estoy feliz por ser adventista y muy tranquila porque sé que Dios está conmigo»
Fuente: Elpais