Desde hace poco tiempo y debido a la tan manida crisis el perfil del opositor está cambiando. Ahora no es nada raro ver prepararse unas oposiciones a profesionales con una alta preparación académica y experiencia que se han visto en la calle debido a los expedientes de regulación de empleo de sus empresas.
Las academias de preparación de oposiciones están observando como abogados, informáticos o ingenieros en telecomunicaciones están optando a concursos del tipo C1 y C2, donde solo se exige ESO y Bachillerato.
Este tipo de candidato, sobrecualificado se decanta por las oposiciones con más número de plazas, le da igual de lo que sea, de hecho cuando llaman a las academias no saben ni lo que quieren solo saben que quieren opositar.
Otra característica de este tipo de opositores es que están un poco angustiados, suelen venir de trabajos estables o carreras largas y centran todas sus esperanzas en un examen y esto a veces es contraproducente.
Además de lo ya comentado también se puede percibir un cambio en la motivación. Ya no hay gente que vaya a la academia por ir, los opositores no quieren perder el tiempo y es muy probable que las próximas oposiciones sean las de mayor nivel en todas las especialidades.
De hecho no es raro ver la preocupación de muchas personas como Luis Vázquez, opositor a Policía Nacional, que dice «ahora competimos con gente muy habituada a estudiar y que parte con una base de cultura general muy elevada».
Tanto si eres del nuevo grupo de especializados como del tradicional grupo opositor recuerda que no hay nada que temer, al final la plaza solo se la saca quien estudia, independientemente de las titulaciones que tenga.
Fuente: DiarioSur.es